En su afán por defender su sueldo y el de los
consejeros del Deportivo, Lendoiro destacó en la rueda de prensa del
pasado martes que sus compañeros de directiva no habían cobrado nada de
los 15.000 euros que les correspondía recibir por la temporada 2011-2012
y que tampoco habían percibido nada en la actual. Sobre él, se lamentó
de que en el presente ejercicio solo había percibido el 5% de los
cuatrocientos mil euros que constituyen el 1% del presupuesto anual. Sí
en cambio (tal y como reconoció el propio Lendoiro el martes) ha
percibido la totalidad del sueldo del anterior ejercicio, cuando dejó de
pagar tanto a los jugadores como a la Agencia Tributaria.
De esta manera, el Deportivo trataba de recuperar
la categoría por la Segunda División adelante con unos jugadores que
solo iban cobrando una parte reducida de sus fichas, teniendo que
reclamar el resto con una denuncia ante la Comisión Mixta AFE-LFP,
mientras Lendoiro se embolsaba la totalidad de los 430.000 euros que
aprobó en junta de accionistas.
En la actualidad, el dirigente blanquiazul no
está cobrando, puesto que los administradores han entendido que, como
hasta el pasado lunes no figuraba en el Registro Mercantil la
modificación del artículo 30 de los estatutos aprobada en 1999, la
aceptación de su sueldo por parte de la junta no tenía efectos a
terceros, en este caso los acreedores y la administración concursal. Fue
un acto que enfureció a Lendoiro que un día después hizo lo que llevaba
más de trece años de retraso y posteriormente defendió su derecho a
cobrar en una esperpéntica rueda de prensa.
8,5 millones cobrados
Desde que en el invierno de 1999, de común
acuerdo con la federación de peñas, se convirtió en presidente
profesional, Lendoiro ha cobrado ocho millones y medio de euros (1.415
millones de pesetas).
Se da la circunstancia, además, de que cobrar el
1% del presupuesto elaborado y no del realmente ejecutado ha permitido
al presidente del Deportivo recibir una cantitdad sensiblemente mayor de
la que le correspondería durante los últimos ejercicios.
«Conmigo que no cuenten»
La defensa férrea que hizo de su sueldo el martes
y el hecho de haber cobrado en los últimos años mientras adeudaba
importantes cantidades a la plantilla y a los entrenadores choca con el
discurso con el que Lendoiro llegó al Deportivo en 1988.
En aquel momento, ante el proyecto de ley de
profesionalización de los cargos directivos, Lendoiro se mostraba firme:
«Conmigo que no cuenten. Vengo al Deportivo a hacer una buena labor, no
a ganar dinero». Veinticinco años después, acumula ocho millones y
medio de euros, ha empleado a tres hijos y otros familiares en el club,
ha puesto sueldo a sus compañeros de directiva y se enfurece cuando una
administración concursal decide retirarle una nómina que hasta el martes
no figuraba en los estatutos.
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