Santiago volvió a disfrutar ayer de su gran fiesta del deporte. La
trigésimo sexta edición de la Carreira Pedestre Popular, que organiza el
Grupo Correo Gallego, reunió un año más en la línea de salida en la avenida de Xoán XXIII a miles de atletas (5.648).
Después de una dura semana en la que las fuertes lluvias y el viento
no dejaron de incordiar a la capital de Galicia, ayer, siguiendo la
tradición -sólo llovió en tres ediciones de la carrera-, el tiempo dio
una tregua, y con una temperatura agradable y el asfalto un poco húmedo,
condiciones inmejorables para correr, los 4.077 participantes de la
prueba de adultos se situaron en sus marcas.
Mientras la organización hacía desaparecer la cadena humana que
marcaba el punto de partida, una calurosa emoción surgió entre los
corredores. Segundos antes de que el alcalde de la ciudad, Ángel Currás,
diese el pistoletazo de salida, el tradicional aplauso colectivo de los
participantes sirvió para liberar tensiones.
Los grandes favoritos marcaban territorio: Lolo Penas, Pedro Nimo y
Alejandro Fernández. Pero también otros atletas que no suelen faltar a
la cita compostelana como Carlos Villamor, Roberta Geralavicius o Miguel
Ribeiro.
La detonación replicó en el aire. El cronómetro comenzó a andar, y
los corredores ascendieron rumbo San Caetano. Pedro Nimo se situó al
frente de un grupo de unas veintidós unidades en el que viajaban todos
los favoritos al triunfo.
El compostelano, que decía acudir a la cita pensando más en la
Behobia-San Sebastián del 10 de noviembre, no dudó en liderar, sin
intensificar demasiado el ritmo, al pelotón.
Algunos corredores se iban descolgando a medida que Nimo aumentaba la
intensidad. Fernández, junto a él, a la par; y Lolo respirando cerca de
su espalda, esperando su momento.
Los minutos transcurrían, y el Camino Francés dio paso a la calle
Concheiros, y al primer y único cambio que sufrió el recorrido en esta
edición: en vez de afrontar el ligero descenso de una rúa de San Pedro
en obras, los corredores tuvieron que ascender por la Angustia, el
Rosario, Bonaval y volver al trazado habitual por A Porta do Camiño.
Nimo seguía mandando. Penas y Fernández, a su lado, nunca lo
descartaron como favorito, y poco a poco abrían hueco, y veían como
muchos de sus rivales iban dejando un pelotón que quedó reducido a una
docena de corredores en la praza de Galicia.
El descenso por la Rosa marcó un antes y un después de la prueba.
Nimo dio el relevo a Alejandro Fernández, del que no se despegaba Penas,
y cuando iniciaban la subida hacia la praza de Vigo, ambos abrieron
brecha para afrontar lo que restaba de recorrido en solitario.
Fernández mandaba, porque Penas seguía reservándose y en ningún
momento tomaba las riendas. Se volvía a repetir el final del pasado año.
De nuevo el ourensano y el arzuano, amigos cuando dejan reposar sus
zapatillas, se enfrentaban en un mano a mano de final incierto.
La tónica se mantuvo a medida que iban dejando atrás el Campus Vida,
el estadio de atletismo, la piscina universitaria, el Pombal, Galeras y
Vista Alegre. Fernández alargaba la zancada y tanteaba a Penas, que
seguía en su papel de sombra, esperando a dar el hachazo en cualquier
momento.
El ourensano coronó la cuesta de Vite y siguió siendo el director de
un dueto que corría cada vez a ritmo más endiablado. La entrada en la
zona vieja da un impulso especial a los atletas, y Fernández no quería
que volviese a suceder lo de la edición 2012, pero se repitió como un
mal sueño.
Esta vez, el ataque de Penas se produjo en O Toural y no en
Praterías. El arzuano miró de reojo a su compañero de viaje. Atisbó un
ligero bajón y esprintó.
El ourensano había llevado el peso de la carrera, pero fue Penas
quien se coronó, y lo hizo por segunda vez consecutiva, en un Obradoiro
repleto de gente que ovacionó al arzuano.
Por detrás de Penas y Fernández, Nimo luchaba por un merecido bronce
después de hacer de liebre durante buena parte de la carrera para sus
antecesores en la línea de meta. Y lo logró. Los aplausos para el de
santiago resonaron bajo la Catedral, en una nueva y exitosa fiesta del
deporte popular gallego.
La atleta española Solange Andrei Pereira, que en 2012 fue quinta,
logró ayer el triunfo en solitario, superando a las lusas Silvana
Ferreira y Andreia Santos.
Noticia: http://www.elcorreogallego.es/img/noticias/20131028/pricarrera_643895_0x0_izda.jpg
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