La FIA estableció ayer que en la última carrera la victoria supondrá 50 puntos para dar más emoción al campeonato. Este año no hubiera servido de nada contra Sebastian Vettel.
No hubiera sido verdad esa imagen de los ojos en otro universo de
uno, ni los gritos enloquecidos del otro. Imágenes de locura de dos
genios en Interlagos 2012. Ni Alonso habría quedado desolado por un
instante, ni Vettel feliz para siempre. Con la nueva norma que ayer puso
en marcha la FIA, que establece que el último gran premio valga doble,
es decir que se otorguen el doble de puntos que en el resto de carreras,
el campeón de 2012 llevaría nombre español y Fernando ya sería
tricampeón. A Brasil llegaba el asturiano con 260 puntos por los 273 de
Seb, el segundo puesto de Alonso le daría 36 puntos por los 16 del sexto
del alemán y el de Ferrari habría ganado por siete puntos.
De la misma manera Massa sería campeón de 2008 y Raikkonen de 2003.
Hamilton no tendría título alguno y Schumacher seis en vez de siete. Por
ejemplo. Este año, sin embargo, no hubiera servido de nada porque
Vettel llegó a la última carrera con 145 puntos sobre el segundo.
Este cambio hace que ganar en Mónaco, Singapur o Spa, circuitos
complicados, suponga un sólo punto más que ser cuarto en Abu Dhabi, uno
de los trazados más fáciles del Mundial. Y también favorece al coche que
mejor se adapte a la pista árabe. En cualquier caso, es cierto que la
carrera será esperada, a no ser que exista un dominio como el de este
año, con mucho más interés. Apuesto que el próximo año se llegará a la
última sin campeón.
Noticia: http://motor.as.com/motor/2013/12/09/portada/1386614788_293333.html
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